El invierno y el frío ya se hacen presentes y las plantas necesitan descanso. Prefieren esta estación del año para una “siesta de reparación”. Revigorizan sus funciones biológicas y se preparan para un nuevo ciclo vital que llega con la primavera.

Durante el sueño, el crecimiento vegetal de la mayoría de las plantas se aparca u ocurre de manera muy lenta. Por lo tanto, cualquier esfuerzo en el sentido de hacerlas productivas es nulo. De este modo, es bueno usar menos cantidad de fertilizante y agua, además de no tocar mucho la tierra. Son consejos válidos a casi todas las plantas, menos el geranio y la azalea por ejemplo, especies que exigen cuidados especiales en ese período del frío.